Gerardo Murillo (Dr. Atl), Erupción del Paricutín, óleo, 1943. © D.R. Museo Nacional de Arte, Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura
Un espíritu inquieto habido
de conocimiento, la capacidad de asombro siempre presente hasta en las cosas más
insignificantes. La naturaleza como enigma indescifrable, un artista
polifacético que rindió homenaje a su país
a través del retrato interpretación personal de sus riquezas personales.
Gerardo Murillo mejor
conocido como Dr. Atl, pintor, escritor y vulcanólogo constituye una de las
figuras más polémicas del arte mexicano del siglo XX. La pasión la fuerza pictórica
que se ve plasmada en su producción paisajista, marca en cada obra ya sea en su
colorido o en su pincelada esa personalidad
compleja de un ser creativo extremadamente sensible e imperativo que
demostró siempre su gran amor por la tierra Mexicana y sus volcanes.
El doctor Atl y de manera
metafórica un volcán en sí mismo con esa expresión explosiva sin parar que deja
huella en cada paso en cada trazo con un ideal de cultura que llevó a
influenciar a varios artistas mexicanos Incluyendo a Orozco Rivera, Siqueiros y
Tamayo.
Gerardo Murillo nació en
Guadalajara en 1875 tan sólo un año después de que se realizará la primera
exposición de los impresionistas en París, estudió en la academia de San Carlos
en la Ciudad de México y 1886 a los 21 años de edad se embarcó a Europa. Hay
quién afirma que fue precisamente durante este trayecto en dónde surgió su
apodo cuando el barco en el que viajaba atravesó por una gran tempestad que
casi lo hunde en agua. Decidió ponerse Atl, que en náhuatl significa agua.
Al obtener su doctorado en
filosofía en Roma el escritor Leopoldo Lugones completo el seudónimo, “te
llamarás doctor atl”.
En 1903 regresó a México y
trajo consigo un gran entusiasmo por la pintura renacentista en 1910 surge en
él la iniciativa de crear el centro artístico con el propósito de pintar los
muros, fue así como sus propuestas en la escuela nacional de Bellas Artes
establecieron las bases de la llamada Escuela Mexicana, la pintura mural en
edificios públicos y las organizaciones de artistas comprometidos con
movimientos artísticos.
Atl fue cursor en la
valoración de las artes populares y la arquitectura virreinal así fue el
precursor en la valoración de las artes populares y la arquitectura virreinal
como estación de la identidad nacional novador del paisaje mexicano. Lo
representó con toda su visión panorámica y colorida en especial a través de los
volcanes.
Desarrollo tanto la
perspectiva curvilínea como la aérea, experimento con las técnicas y creo los atl
colores, material artístico de su propia invención que generó la técnica
pictórica que lleva su nombre. Este producto que consiste en una combinación de
cera, resina, pigmentos y petróleo que forma una superficie incluye en su
variedad las ceras me que dan consistencia y textura para ser aplicadas
manualmente en superficies como lienzos celotex.
La crítica coincide en que
fue después de los 50 años de edad cuando Gerardo Murillo creo lo más sólido de
su producción quizá será por eso que siempre se le piensa con cabello y barba
revueltos por un viento perturbador, sin embargo el doctor Atl también es
recordado por la profunda huella que dejo en el un amor fulminante, el de
Carmen Mondragón.
En 1921 Murillo conocieron
una exposición a Carmen Mondragón pintora y escritora que provenía de una
familia acomodada de la sociedad porfirista que había sido educado en París
donde se desarrolló una actitud auténtica es siempre juicios frente a la vida.
El Talento del doctor atrajo a Carmen que era considerada como una de las
mujeres más hermosas de México fue así cómo se inició una relación por casi 5
años y de la que sobreviven casi 200
cartas escritas por ella y varias obras firmadas por él.
Carmen fue bautizada por el
doctor como nahui, palabras que recuerdan la fecha que en el calendario azteca
era consagrada a la renovación de los signos del Cosmos. Entre los personajes
con los que Carmen compartía largas veladas bohemias estaba Antonieta Rivas Mercado,
Frida Kahlo, David Alfaro Siqueiros, Diego Rivera y José Clemente Orozco entre
otros.
Pero además de su atracción
por nahui los volcanes también ejercieron una gran fascinación sobre Atl. Junto
con los paisajes de sus amados Iztaccíhuatl y Popocatépetl en el Valle de
México Atl, hizo cientos de cuadros y dibujos del Paricutín.
El volcán Paricutín brotó en
un maizal al oeste del Estado de Michoacán en febrero de 1943. Los ríos de lava
cubrían cerca de 25 kilómetros cuadrados
destruyendo al pueblo de San Juan hasta que la montaña ceso en 1952. Por más de
un año el doctor atl vivir cerca del volcán y se acercó lo más posible al
cráter aún a riesgo de provocarse
problemas de salud al inhalar gases venenosos.
El haber presenciado el
nacimiento y desarrollo del Paricutín en 1943 los llevó a realizar una serie de
130 dibujos y 11 pinturas titulada “cómo nace y crece un volcán”, además de una
monografía sobre el tema donde expresa de esta manera su maestría en la vulcanología.
En su estudio sobre el
Paricutín de 1943, se observa una de las tantas fases de desarrollo del volcán
en una de ellas por ejemplo, una gran nube de ceniza plasmada con movimientos
circulares en tonos oscuros el contorno derecho hasta llegar a los límites de
la pintura.
Resulta impresionante la
manera en la que los materiales pictóricos de Murillo emulan los procesos
químicos. Aunque recurre a la realización de siluetas de escala y perspectiva,
pintura abstracta. El resultado es un expresionismo con espiritualismo. El
volcán está vivo, apunto de erupción qué es lo ¿Qué la tierra deja escapar con
tan profundo coraje, acaso algún reclamo de la propia naturaleza hacia el
maltrato que ha recibido por la destrucción del hombre. Esa fuerza inminente
que viene desde el centro, es captada con cierto realismo incluyendo el
sentimiento nostálgico envuelve a la escena.
El volcán de trazo
geométrico el cielo las nubes y la vegetación constituyen los elementos claves
para la composición. los tonos sombríos empleados remiten a la naciente
Pedregal y muestran la vegetación que ha
sucumbido ante la lava incandescente. La técnica de Atl encuentra y se
siente el equilibrio entre la belleza de la imagen y la materia basado en la
unidad qué es técnica y estética, la naturaleza es representada en su última
etapa de existencia simbolizando la decadencia en las propias palabras del
doctor: “El paisaje es el ritmo de ondas que la naturaleza extiende tal vez
naturalmente donde saturan el espíritu de sensaciones de belleza y energía”.
El paisaje como homenaje a
la naturaleza pero también a la patria, la experimentación de la materia
pictórica obras que hablan de su tiempo y de un artista que fue parte de uno de
los mayores movimientos pictóricos que se han generado en México naturaleza
movimiento un hombre que participó de manera activa en la lucha revolucionaria,
la descripción pictórica de la violencia que sale de las entrañas de la Tierra,
uno de los iniciadores del muralismo mexicano, hombre que murió en 1964 a los
89 años.
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